sábado, 6 de diciembre de 2014

Un nuevo comienzo

"¡Hola!"
Qué expresión tan dificil de emitir en ciertas circunstancias. A cuántos no nos ha sucedido que vamos por la calle y vemos a una persona conocida tan cerca, pero tan lejos. En lo personal, siento como una pared, un muro no visible que me está separando entre esa persona y yo.
No es sólo el inicio de una conversación, es entablar un flujo de información entre mi interlocutor y yo. Es la voluntad de saber qué piensa, de comunicarme con ella. Y es algo curioso, porque muchas personas creerían que las redes sociales ayudan a eliminar esos muros, pues si bien es cierto que existen entes que hacen cosas a través de un aparato eléctrónico, que jamás harían en una situación real, ese no es el caso.
Decir o escribir "hola", es eliminar barreras, límites, fronteras, que nuestro proceso civilizatorio ha colocado en nuestro subconsciente. Si no, ¿por qué de niños éramos capaces de saludar hasta a una piedra, y ahora ni a nosotros mismos nos decimos buenos días?

Pues bien, una diferencia que nos distancia de nuestros hermanos, los animales, es nuestra capacidad comunicativa, nuestro lenguaje, sistema de signos, en fin, todo el conjunto de recursos que utilizamos para dar a conocer lo que pensamos y sentimos. Si hasta en nuestros pensamientos mantenemos un monólogo interno, por qué abstenernos de aprender cosas nuevas, comprender o compartir.


Hoy vengo a decirles, escribirles ¡Hola!, con este, mi nuevo blog. Deseo crear un espacio, dialéctico, dialógico, donde comparta situaciones, o eventosque me parecen formidables (por qué no, hasta recetas) y a la vez conocer y comprender a otros.
 Si les ha gustado, quiero saberlo, +1 o síganme. ¡Eliminemos barreras!

Leyendo a Tolkien

Soy una fanática de la literarura, y no me detengo a leer un libro sólo por que ya lo hayan representado en versión cinematográfica. Lamentablemente vivimos en una era que nos damos cuenta de la obra escrita, después de haber visto la película, o por otro lado nos gustaría apreciar la obra en su estado neto.
Mi caso es que, me nació, sí. Un día estaba en la universidad, me quedaba toda la tarde libre, acompañé a unas amigas a comprar libros, y yo no tenía mucho dinero, entonces propuse ir a la biblioteca. Comenzé por buscar algo clásico, Shakespeare, pero una de mis compañeras se me adelantó y tomó el texto que yo quería leer.
En fin, ante tantas obras, pensé en algo que me haga más entretenidos mis tiempos muertos, y recordé en unas vacaciones lo ameno que fue estar leyendo el Sirmarillion. Entonces, acudí a un catálogo de libros, y encontré la trilogía.
En estos momentos, aún sigo con la Comunidad del anillo. Me encanta la redacción, la narración, y toda la estructura de la obra, el haber visto el filme no detiene en nada a mi imaginación, ni mi capacidad de recrear los escenarios a mi modo.
Os contaré cuando, haya devorado los libros restantes.


 Dichosos aquellos que tienen estas obras en su propiedad, otros, como yo, debemos disfrutar del préstamo que ofrece una biblioteca, pero al mismo tiempo, me alegro, por que sé que otros lo han leído y que otros lo leeran, en cierto modo es soldario y ccompartido.
Posteriormente, tal vez pida El Hobbit, o el origen de las especies... Pero eso ya lo veremos.
¿Cuál ha sido tu esperiencia leyendo a Tolkien?

viernes, 5 de diciembre de 2014

Reconstruyendo el Autoestima

Los seres humanos somos entes emocionales, y  a lo largo de toda nuestra existencia es lo que nos recuerda que estamos vivos, el sentir. Pero además somos seres sociales, y es entonces donde nace la dicotomía del amor propio y el amor hacia los demás.
En ocaciones, nos desvivimos queriendo a muchas personas y esperamos que sea con reciprocidad, pero la decepción y el desamor nos envuelven cuando no es así. Y nacen preguntas como ¿Acaso no soy suficiente?¿Qué mas quieren de mí?¿Qué más puedo dar para que me quieran?

Sin embargo ninguna de las posibles respuestas que encuentres podrán llenar el vacío que llevas dentro, si tu carencia de amor empieza en ti mismo. Indiferentemente de las creencias religiosas, existe una frase que cubre todo lo mencionado: "Quiere a los otros como a tí mismo".

¿Y si no tenemos razones para amarnos? La vida humana es característica por los sufrimientos y las dificultades, las maneras en cómo los superemos son claves en nuestros corazones. Por supuesto que hay razones para que un joven, cuyos padres se divorciaron, sea inseguro, o que una niña, cuyo cuerpo no está mal, caiga en la anorexia después de un desamor. Y es porque, todo afecta a nuestro amor propio. Por que confundimos el amor que recibimos con el que debemos darnos.

No nos permitimos amarnos, si los otros no nos dan motivos. Es decir, que no te puedes amar por bella, si nunca nadie te ha dicho que lo eres. Y eso es un error letal. Debemos alimentar nuestra autoestima como si fuera otra persona. Animarnos frente un espejo, como cuando animamos a un amigo, y no sentir pena.

El primcipal motor que encontrarás será en el amor, amor a tí, amor a la vida, o amor  a Dios. No importa si eres hombre o mujer, si eres lindo o feo (a los ojos de quien sea), si estás pobre o rico, si tu vida en este momento es una porquería o una maravilla. Nunca te olvides de enamorarte a ti mismo, que cuando una persona se quiere, el amor que reciba del exterior, es un complemento, una recompensa, no será jamás una miseria que llene un poco el vacío que lleve dentro.

Si perdimos el amor por una persona que nos hizo odiarnos por recalcar nuestros errores día con día, o si fue por la falta de amor en la familia, si no tenemos amigos, si todo lo que nos rodea nos recuerda que estamos solos... Entonces cuando no te quede nadie, mirate en un espejo, y conviertete en tu propio enfermero, cura tus heridas, date recompensas, demuestrale a otros cuán genial eres, y saca a la luz esos motivos que te hacen quererte, y en el error que caen por no hacerlo.

No es una venganza, es una revindicación, Sé un ave phoenix, sé un Prometeo, pero por tí. Y luego, podrás amar a otros, sin importar si te lo devuelven o no, por que darás un poco de luz para aquellos que aún viven en la oscuridad.

lunes, 13 de octubre de 2014

Una nueva idea

El que la historia esté condenada a repetirse tiene que ver tanto con la capacidad de olvidar como de recordar.